¿Segunda ola del coronavirus?: división en la comunidad científica

Organismo de la Unión Europea cree que sí; en Francia opinan que la pandemia se acaba

ACTUALIDAD - Coronavirus 22 de mayo de 2020 Victor Camargo Victor Camargo
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El mundo enfrentará una segunda ola de COVID-19? La pregunta se la hacen todos los países que han están ingresando gradualmente a la “nueva normalidad”, mientras en la comunidad científica hay dos posiciones.

En el bando del sí, está por ejemplo el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), cuya directora, la alemana Andrea Ammon, opina que Europa debe prepararse para una segunda ola del nuevo coronavirus.

La cuestión no es saber si habrá una nueva ola de contagios, sino cuándo tendrá lugar y cuál será su alcance, afirmó Ammon ayer jueves en una entrevista con el diario británico The Guardian.

“El virus está a nuestro alrededor, circulando mucho más que en enero y en febrero”, añadió, y subrayó que las cifras de inmunidad de la población no son alentadoras: “entre el 85% y el 90%” siguen expuestos a la COVID-19.

“No quiero dibujar una imagen catastrófica pero creo que tenemos que ser realistas. No es el momento, ahora, de relajarse completamente”, agregó.

Europa es el continente más afectado, con casi 2 millones de casos, 170.000 de los cuales, mortales, sobre todo en el Reino Unido, Italia, Francia y España. En total, en el planeta se produjeron más de cinco millones de casos, incluyendo 328.000 decesos.

El Centro de Prevención, una agencia de la Unión Europea con sede en Suecia que asesora a las autoridades sobre el control de enfermedades infecciosas, indicó a principios de mayo que “la ola inicial de transmisión pasó su pico”, mientras que se registraba un descenso de nuevos casos en la mayoría de países de la UE.

Según Ammon, la segunda ola no tiene por qué ser necesariamente desastrosa si la gente continúa respetando las reglas de distancia de seguridad. No obstante, advirtió que la gente, cansada de las restricciones, “ve claramente que (las infecciones) bajan y piensa que esto ha terminado. Pero no es así”.

Están los que opinan lo contrario. “Es iconoclasta, pero no mucho más que cuando la OMS afirma que el coronavirus puede que no desaparezca jamás”, sostiene el epidemiólogo francés Laurent Toubiana. “Mi tesis es que no habrá segunda ola”.

 
Lo mismo opina el controvertido científico francés Didier Raoult, defensor de la hidroxicloroquina contra la COVID-19. “En ninguna parte hay una segunda oleada (...) Aparecerán eventualmente algunos casos esporádicos aquí y allá, (pero) la epidemia está a punto de acabarse”, aseguró en un video en las redes el 12 de mayo.

Otros científicos con la misma linea argumentan este punto. “Nos basamos en análisis en los países que declararon casos y en la dinámica evolutiva de la enfermedad”, dijo a AFP Jean-François Toussaint, director del Instituto de Investigación Biomédica y de Epidemiología del Deporte de Francia.

Toussaint y Toubiana estiman que la epidemia sin duda arrancó mucho antes de que lo que se cree, que se aceleró rápidamente a partir de finales de febrero en Europa, que alcanzó su techo de contagios posibles y que ahora decrece a falta de nuevas personas por infectar. Este último punto en particular contradice el discurso dominante.

Investigadores del prestigioso Instituto Pasteur estimaron que únicamente 4,4% de la población francesa se había infectado, es decir 3,7 millones de personas, en el momento del desconfinamiento el 11 de mayo. Un estudio del ministerio de Sanidad de España arrojó resultados comparables: solo el 5% de los españoles se habría contagiado.

Unas cifras muy lejanas al 70% que supuestamente hace falta para alcanzar la inmunidad colectiva y vencer al virus.

Pero para Toubiana y Toussaint, el punto de partida de este postulado es erróneo. “Razonar así significa que toda la población es susceptible (de contraer la COVID-19). No es el caso”, afirma el primero.

Basándose en datos del servicio privado de urgencias médicas domiciliarias SOS Médecins, Toubiana cree en primer lugar que el coronavirus contagió en realidad a casi 18 millones de personas en Francia, de los cuales 5,5 millones fueron asintomáticos. “Un porcentaje no desdeñable de la población podría no ser sensible al coronavirus, porque contaría con anticuerpos no específicos para frenarlo”, sugiere, admitiendo que se trata de una “hipótesis, difícil de verificar”.

Toussaint baraja la idea de que el virus solo pueda afectar “entre 20% y 30% de la población” por motivos desconocidos. “Este virus no es un maratonista, es un esprínter: se cansa rápido y esa es quizás nuestra suerte”, asegura.

Fuente : El País 

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