Acuerdo salarial para 600.000 empleados con aumento de 3% a 4% en enero

El acuerdo abarca a unos 150 convenios que vencieron el 30 de junio más otro grupo de convenios que caducará a fin de año.

Nacionales 08 de julio de 2020 Victor Camargo Victor Camargo

Martes, un rato después de las 12 del mediodía. Un puñado de trabajadores portuarios, que reclamaban por una rebaja salarial, estaban agolpados frente al edificio del Ministerio de Trabajo en la calle Juncal. Uno de ellos golpeaba en forma insistente un contenedor de la basura con un gran palo. El machacante y molesto sonido se repitió durante más de una hora en esa zona de la Ciudad Vieja.

“Esto no es nada, esto es tranquilidad... Ayer vinieron con cuetes”, contó un empleado del ministerio acostumbrado a ocupaciones y protestas más bullangueras e invasivas que la de esos trabajadores marítimos. Adentro del edificio, la sala Enrique Erro era el escenario a esa hora de una reunión decisiva del Consejo Superior Tripartito, donde seis delegados del gobierno, seis de las cámaras empresariales y seis del Pit-Cnt debían firmar el acta con los lineamientos del Poder Ejecutivo para la octava ronda salarial, en plena pandemia por el COVID-19.

Y al final hubo acuerdo: fue por consenso dadas “las circunstancias excepcionales de la coyuntura actual” que atraviesa el país, según dice el acta. De hecho, tanto empresarios como trabajadores dejaron claras sus discrepancias en el documento de cuatro carillas difundido ayer de tarde. La idea es convocar a los 24 grupos “madre” de los consejos de salarios para que ratifiquen la pauta y no se deba convocar a su vez a más de 100 subgrupos.

El acuerdo alcanzado ayer abarca a los 150 convenios que vencieron el 30 de junio más otro grupo de convenios que caducará a fin de año. Según se acordó, los únicos tres consejos de salarios en los que se discutirá por fuera de los lineamientos son los de la construcción, la salud privada y el transporte de pasajeros. Esos tres convenios abarcan a unos 100.000 trabajadores, por lo que los lineamientos para este período puente -así ha sido calificado por todas las partes- incluye a unos 600.000 empleados del sector privado, según estimaciones del Instituto Cuesta Duarte del Pit-Cnt a las que accedió El País.

¿Y qué establece la pauta? Más allá del correctivo por la inflación (con ajustes de entre 2 y 4% ahora en julio, como informó ayer El País), en enero próximo habrá un ajuste nominal fijo de 3%, salvo para los sectores que en noviembre registren un número de cotizantes igual o inferior al 90% de los cotizantes registrados en noviembre del año pasado. En esos casos, el ajuste recién se aplicará a partir del 1° de abril. Pero, además, los trabajadores con salarios nominales inferiores a 22.595 pesos recibirán un aumento adicional de 1% que no se descontará del correctivo final. Ese correctivo será por la inflación del año móvil, a la que se le descontará el aumento salarial otorgado en el período y también la caída del PBI en 2020.

La eventual pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores tras esta ronda (que aún no se conoce) será recuperada a partir de enero de 2022 “si la evolución del PBI de 2021 indica crecimiento”, según dice el acta. El acuerdo también incluye la extensión de los seguros de paro que caen en julio, al menos hasta el 30 de setiembre.

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Un rato después de las 13 horas y tras la reunión del Tripartito, el ministro de Trabajo Pablo Mieres, junto al subsecretario Mario Arizti, se preparaban para anunciar en conferencia de prensa el acta de acuerdo junto a representantes del Pit-Cnt (el presidente Fernando Pereira y Jorge Bermúdez) y de las cámaras (el presidente de la Cámara de Industrias Gabriel Murara y el presidente de la Cámara de Comercio Julio César Lestido).

Mientras los periodistas se aprontaban, los voceros hacían algunas bromas sobre el test positivo de COVID-19 del presidente brasileño Jair Bolsonaro, que se había conocido apenas un rato antes. Mieres explicó que el acta que se firmó ayer implica “solicitar a los grupos de actividad que se atiendan los lineamientos del Poder Ejecutivo”, pero en rigor el órgano no tiene potestades para obligar a aplicar la pauta a rajatabla y cada consejo de salarios cuenta con autonomía para tomar la decisión que corresponda. Alguna de las partes podría pedir que se convoque a negociar en los subgrupos.

“La realidad dirá, pero en principio uno tiene la expectativa de que haya una sintonía entre lo que aquí establecimos y lo que se decida en el funcionamiento de cada grupo”, dijo Mieres. Pereira admitió que convocar a más de 150 subgrupos “implica cientos y cientos de asambleas, algo contraindicado para la pandemia”. De todos modos, aclaró que cada rama tiene derecho “a abrir esa ronda”. Pero el ministro destacó que las dos partes tuvieron “sentido de responsabilidad y de toma de conciencia sobre la situación, de lealtad y de espíritu de trabajo”. Uruguay “da un nuevo ejemplo de cómo trabajamos frente a la emergencia sanitaria”, indicó.

Pereira, en tanto, lamentó que “por primera vez en 16 años haya caída en el salario” y en ese sentido no quedó “satisfecho” con el acta. Dijo que la negociación fue “larga y tensa” e incluso “dolorosa para el movimiento sindical” porque “se discutió la vida de la gente”. Y sostuvo que la situación del país “es del tamaño del 2002” y que quizás “se queda corto”.

Lestido habló de un acuerdo que “marca un hito” para el sector empresarial y que “por el camino se dejaron cosas”. También destacó la “sensibilidad” de todas las partes.

¿Se garantizan los puestos de trabajo con estas pautas? “No, no estamos hablando de eso”, respondió Murara. “Lo que buscamos con este acuerdo es salir de un problema que teníamos con los consejos de salarios, posponiendo un convenio que ya venía”, indicó el empresario industrial.

Se apagaron las cámaras. Bermúdez y Pereira se quedaron conversando. El primero, integrante del Secretariado Ejecutivo del Pit y dirigente de la salud privada, bromeó que él es “el ala izquierda” de la central y Pereira “la derecha”. “Mañana se manifiesta la izquierda”, dijo Bermúdez a las risas, en referencia a un paro con movilización frente a la sede del Ministerio de Salud Pública que harán este miércoles los trabajadores de la salud privada. Pereira sonrió pero después se puso serio. “Sin este acuerdo, la situación sería mucho peor para los trabajadores”, sentenció.

Fuente : El País 

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