José Mujica a fondo: "La izquierda suele caer en el infantilismo"

"Sacamos a bastante gente de la extrema pobreza, pero no los hicimos ciudadanos: los hicimos mejores consumidores", sentenció Mujica.

Nacionales - Sociedad 11 de agosto de 2020 Fabio Olivera Fabio Olivera
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El expresidente José Mujica concedió una larga entrevista al portal Infobae tras la publicación en Argentina del libro "Mujica por Pepe" que lleva el prólogo del presidente argentino Alberto Fernández y el epílogo del exmandatario brasileño Lula Da Silva.

"Soy un viejo gruñón que vive como piensa y piensa como vive, y eso es una cosa rarísima. Los humanos necesitamos creer en algo, y entonces me agarran a mí, que, porque soy un viejo raro, sencillo y humilde, les parezco una cosa fantástica. El ser humano es un bicho utópico; no es una bobada esa necesidad interior que, como animales, tenemos de creer en algo", afirmó Mujica sobre reconocimiento internacional que genera su figura.

Consultado sobre su pasado en la lucha armada y su participación en la organización tupamara, Mujica dijo que "la lucha armada no puede ser un objetivo de vida".

"En determinadas circunstancias pudo haber parecido un camino, pero no puede ser una eternidad, porque las sociedades no se pueden pergeñar para eso. No tiene sentido. El diálogo es la más hermosa de las formas que existen para aprender. Es importante hablar con los que piensan distinto: te ayudan a pensar. Lo peor es cuando estás rodeado de alcahuetes y todos te dicen ‘Sí, señor, qué bien'. ¡Chau! Ahí no te ayudan un carajo", agregó el senador.

A la hora de hablar de la era progresista en América Latina y el contexto favorable de la economía regional debido al precio favorable de los commodities, Mujica dijo que las izquierdas llegaron al gobierno por una situación adversa de cada país.

"Lo del viento de cola fue una circunstancia, pero no nos trajo tanto el viento de cola. Si no, al revés. Era lo que venía pasando. La gente buscó una opción, una esperanza, una ilusión y la pudo concretar en parte sí y en parte no. La gente sigue prisionera de su cultura y las sociedades contemporáneas nos transforman en adictos consumidores. Los de tu edad se enamoran y salen a pasear y van a ver las vidrieras en el shopping. ¡No se puede creer el grado de domesticación que nos ha impuesto la mercadería! En ese mundo, la pobre criatura humana pide más, más, más. Y eso es menos, menos, menos. Entonces, sacamos a bastante gente de la extrema pobreza, pero no los hicimos ciudadanos: los hicimos mejores consumidores. Esa es una falla nuestra", respondió.

Mujica dijo también que "las sociedades contemporáneas no tienen piedad y los negocios son los negocios" y apeló a la integración regional como modelo político y económico para los países del Mercosur.

"Yo creo que hay que arrimarse a lo que hay y tratar de juntarse con lo que existe, porque si esperamos a juntarnos con lo que nos gusta, nos vamos a juntar en el año del golero y mientras tanto vamos a ser una hoja al viento porque no incidimos para nada en el mundo. Por eso me fui con el señor Piñera a la Antártida. ¿Estaba ideológicamente de acuerdo con Piñera? ¡No! Pero me daba cuenta de que era importante. Por eso ayudé en todo lo que pude al presidente de Colombia para alcanzar el sueño de la paz de Colombia. Me traté de mover con esa lógica, pero me han criticado bastante por ser tan abierto", señaló.

Para el líder del Movimiento de Participación Popular "el problema de unidad de la izquierda es congénito" y dijo que "las derechas se juntan por intereses y las izquierdas se pelean por ideas".

"Los términos de izquierda y derecha son propios de la Revolución Francesa, pero creo que son actitudes de mirar la vida tan viejas como el sapiens arriba de la Tierra. Siempre hay una actitud conservadora y una actitud solidaria de cambio que se expresan de acuerdo a los valores de la época. Ahora, cuando en lo que llamamos de izquierda se opina demasiado, se cae en el sectarismo, se dogmatiza. Suele caer en el infantilismo, en confundir deseo con realidad. La derecha conservadora también cumple una utilidad porque no se puede vivir cambiando a cada rato. Pero cuando afina demasiado su conservadurismo cae en lo reaccionario, en lo fascistoide. Estos dilemas están permanentemente en el ser humano", aseveró.

Consultado sobre referentes políticos de su país Mujica no tuvo empacho en destacar a Aparicio Saravia y a José Batlle y Ordóñez, aún por debajo de la figura de José Artigas.

"Sacando a Artigas, hay un gaucho que se llama Aparicio Saravia, una especie de anarquista blanco muy peleador que tuvo bastante que ver con las conquistas cívicas del país que desembocaron en elecciones más o menos limpias. La figura más grande del Uruguay es don José Batlle y Ordóñez, que fue presidente en 1904 y 1910", agregó.

"¿Sabés lo que me preocupa, hermano? ¡Que la gente viva feliz! Que esto que se llama la aventura de la vida y que se te va a la mierda rápidamente como un trote, se viva con felicidad y sin joder a otro. Y le quiero decir a la gente que no se precisa de estar tapado de riquezas ni de muchos autos ni de lujos ni de nada por el estilo. Se necesita tiempo para cultivar los afectos, las relaciones humanas, las cosas queridas, las pequeñas cosas de la vida que no tienen precio. Yo le doy una importancia brutal a la batalla cultural: si no cambio esto [se señala la mente] no cambia nada", sentenció.

Fuente: Ecos 

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