¿Cuáles son los costos ocultos de gastar con tarjetas de crédito?

Estar atentos a ellos nos va a permitir evitar dañar la salud financiera.

ACTUALIDAD 06 de septiembre de 2020 Portal Rivera mi Ciudad Portal Rivera mi Ciudad

El uso de las tarjetas de crédito está extendido en Uruguay, A fines del año pasado 3.657.775 plásticos emitidos. En 2019 se hicieron 87.553.383 operaciones con tarjetas de crédito por US$ 2.917 millones, según datos del Banco Central.

En Finanzas de Bolsillo se busca, entre otras cosas, ayudar a detectar errores en el uso de los diferentes medios de pago (y una tarjeta de crédito lo es) para evitar que las personas sigan dañando su salud financiera.

Además de ser un medio de pago, es un instrumento para recibir crédito, ya que mediante su utilización se “adelantan” gastos sin utilizar dinero o se obtiene dinero en efectivo. Por lo tanto, recuerde que utilizar una tarjeta de crédito tiene las mismas consecuencias que disponer de cualquier otro crédito o modalidad de financiación: está obligado a devolver el dinero y pagar los intereses establecidos.

Por eso, en esta oportunidad, nos enfocaremos de la manera más clara posible en cuestiones técnicas para determinar los costos reales de consumir con tarjeta de crédito. Intereses, cargos y comisiones juegan un papel fundamental y es necesario conocerlos.

INTERÉS NO, INTERESES. No todos los intereses que debemos afrontar por el uso de las tarjetas son iguales. Existen tres categorías distintas que debemos conocer bien para no terminar atrapados en una telaraña de gastos mensuales crecientes que pueden llevarnos directamente al clearing.

Por un lado, están los intereses compensatorios o de financiación: se pagan en función del crédito solicitado. Cuando compramos en cuotas (salvo que sean sin recargo), por ejemplo, estamos solicitando automáticamente un préstamo al banco emisor del plástico y ahí es cuando comienzan a correr estos intereses, que suelen ser mayores que los que se consiguen por ventanilla para un préstamo personal.

También se pagan intereses compensatorios cuando decidimos pagar el mínimo cuando viene el estado de cuenta de la tarjeta o cuando decidimos hacer un pago menor al total que vence.

Por otro lado, están los intereses punitorios (o moratorios), que son los que aparecen cuando hay un incumplimiento de la obligación de pago por parte de los usuarios de la tarjeta. Suelen ser más altos que los compensatorios mencionados más arriba. Estos intereses no se aplican al realizar el pago mínimo de la tarjeta al vencimiento, puesto que, en ese caso, no se considera que hay un incumplimiento.

Los intereses punitorios se aplican cuando el pago se hace fuera de la fecha de vencimiento estipulada en el resumen de la tarjeta o cuando directamente no se realiza el pago.

Y por último está el interés por adelanto en efectivo, que se aplica cuando utilizamos la tarjeta de crédito para extraer dinero de un cajero automático. Estos intereses corren desde la fecha de extracción hasta la fecha de pago del resumen mensual.

Existen tres categorías de intereses: compensatorios, punitorios y por adelanto en efectivo
Como aspecto adicional, conviene tener en cuenta que la tarjeta tiene un límite de crédito, que estipula el tope hasta el cual la institución atenderá sus pagos. Sin embargo, la institución podría aceptar que superes ese límite.

En ese caso, surgen los denominados “excesos en cuenta”, que deberás devolver junto a los intereses y comisiones que han de estar previstos en el contrato de la tarjeta.

COSTOS EXTRA: NO TE PUEDEN COBRAR CUALQUIER COSA. El uso de las tarjetas de crédito suele traer aparejados costos extra bajo la denominación de “cargos y comisiones”.

Ignorarlos o relativizar su impacto puede ser una mala decisión, mientras que conocer al detalle cuáles son esos costos puede ayudarnos a elegir la tarjeta de crédito menos onerosa y, también, a defender nuestros derechos ante cargos prohibidos por ley.

Las comisiones están relacionadas con servicios que prestan las entidades emisoras de las tarjetas. En consecuencia, pueden incluir montos muy elevados que no se condicen con los servicios que nos ofrecen a cambio.

Los cargos, en tanto, representan servicios que prestan terceros y que el banco emisor de la tarjeta nos traslada a los clientes. Debemos exigir que sean debidamente detallados en lo que refiere a su monto exacto. Por otra parte, no nos pueden cobrar cargos que no hayamos autorizado previamente.

Los cargos y comisiones más comunes son por emisión o reimpresión de la tarjeta (por robo, mal estado o destrucción), renovación del plástico y mantenimiento, administración y/o procesamiento de cuenta (la denominada cuota anual en tarjetas de crédito internacionales).

Todos los cargos y comisiones deben figurar en el contrato original que firmamos al solicitar la tarjeta, por lo que resulta muy importante leer bien ese contrato y comparar entre las distintas entidades que ofrecen los plásticos antes de solicitarlo.

El Banco Central (el órgano que regula a las entidades financieras) recuerda en su portal Usuario Financiero que las “empresas que otorgan créditos también están obligadas a informar a quienes solicitan préstamos o tarjetas de crédito, en forma previa a la contratación, las condiciones de dichos productos, incluida la tasa de interés que se cobra, cargos, gastos, comisiones, tarifas, seguros, multas, tributos o cualquier otro importe que será de cargo de quien toma el crédito o préstamo”.

Fuente :  El País 

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