Primaria quiere eliminar notas y repetición, más allá de la pandemia

La directora del organismo, Graciela Fabeyro, también anunció que esta nueva administración irá por una reforma curricular pensada en ciclos de a tres años y no tan "fragmentada" como la actual

Nacionales - Educación 20 de octubre de 2020 Victor Camargo Victor Camargo
CDS-(3)

Sale de una reunión con el resto de las autoridades de Primaria, da la entrevista que tenía pautada y sigue camino, apurada, para reunirse con los directores de los otros subsistemas y brindar una conferencia de prensa junto al mandamás de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva.

—Los días tendrían que tener más de 24 horas –dice Graciela Fabeyro y se ríe, al llegar a su oficina para conversar con El Observador.

Al hacer un parate en su rutina, con un té sobre la mesa, empieza a reflexionar sobre lo vivido en estos meses de pandemia y a proyectar los cambios que quiere generar en el sistema educativo. Está convencida de que no fue un error haber cerrado las escuelas al comienzo de la emergencia sanitaria, cree que la repetición "estigmatiza" y tiene la intención de eliminarla, al igual que las notas, para pasar a una "evaluación más formativa".

Además, anunció que esta nueva administración va por una educación pensada "en ciclos" de tres años y, en la reforma curricular que proyecta, los aprendizajes de contenidos perderán la pelea frente a un sistema que valorará más el desarrollo de competencias, habilidades y destrezas.

¿Cómo ha vivido estos primeros meses como directora de Primaria en esta realidad tan atípica?

Sí, esto está en los niveles de lo impensado. Resulta un desafío más interesante aún de lo que podía ser estar en este lugar. Por varios motivos: por el componente vincular-afectivo que tenemos con el organismo, con la escuela pública, pero además porque esto es pensar día a día la toma de decisiones. Casi que no podemos tomar decisiones un viernes para la próxima semana porque la enfermedad nos está condicionando. Este organismo, además, es muy denso y muy extenso, pero tiene solidez en la estructura. Tiene lo positivo de la seguridad y tiene aquel aspecto que cuesta mucho cualquier modificación o alteración que quieras hacer. Esta cultura institucional así como es sólida, puede ser rígida. 

Con el diario del lunes, ¿cree que fue un error haber suspendido la presencialidad durante tanto tiempo en las escuelas?

No, creo que era una medida necesaria. Yo vengo del área de educación para la salud así que tengo muy incorporado el cuidado del otro. Y creo que si bien puede haber desventajas, puede haber brechas entre los niños, la salud es lo primero. Y sí, quizás la salud de los niños estaría menos afectada con este virus, ¿pero la salud de la población en general? Creo que fuimos tomando conciencia paulatina de la necesidad de los cuidados. Si hubiésemos seguido con las clases quizás no estaban incorporadas las prácticas de cuidado que tenemos hoy. Fue un tiempo necesario para instalar esas prácticas de usar el tapabocas, el alcohol, de respetar al otro. Si no se hubiesen suspendido las clases de entrada, hoy tendríamos otro panorama con el virus. Quedarnos en nuestras casas más tranquilos fue necesario.

Más allá de este ciclo 2020-2021 afectado por la pandemia, ¿qué piensa sobre mantener la repetición en los próximos años? Es un tema que se viene debatiendo desde hace mucho tiempo. 

La repetición fue una etapa de la historia de la educación. En su momento se consideró necesaria y útil. Pero hoy estamos pensando que hay que cambiarla, porque también tenemos claro que el niño se siente "repetidor", eso le genera cierta angustia, cierto fracaso, y si uno observa a los padres de muchos niños de hoy, tienen resistencia a la escuela porque vivieron la frustración. Y porque de algún modo estigmatizás, marcás. No quiere decir que no haya distintos niveles de desempeño. Sí, hay niños que rinden más, otros que rinden menos. A algunos le interesa Matemáticas y a otros Lengua. Pero todos tienen posibilidades de aprender.

¿La idea es eliminar la repetición entonces?

Hay que ir sucesivamente buscando otros mecanismos de afianzamiento, de motivación a los estudiantes, si trabajamos por competencias y no tanto por contenidos. La escuela y la vida no es solo trabajar los contenidos programáticos. Es mucho más que eso. Pero esto requiere rupturas culturales. ¿Qué espera el papá cuando manda su hijo a la escuela? Que aprenda Matemáticas, que trabaje en Lengua, que traiga un cuaderno para un área. Si de repente el hijo vuelve sin cuaderno porque trabajó en otro formato, parece que el chico no hizo nada. Hay que regular los cambios que se vienen con las estructuras que tenemos no solo de pensamiento, sino de ser. Nosotros tenemos una estructura muy consolidada de lo que esperamos de la escuela, del liceo. Si como docente traés una propuesta nueva te pasa esto de que parece que no estás trabajando. 

¿Se ha pensado también en eliminar las notas?

La pedagogía nos indica que tenemos que ir transitando ese camino. Además, el trabajo por competencias no asigna notas. Evaluamos con rúbricas y niveles de desempeño. Entonces para ser coherentes tenemos que ir hacia los niveles de desempeño. Es un tema de proceso. No va a ser de golpe. Los docentes también tienen que ir adquiriendo esta nueva cultura de pensar más desde lo cualitativo y no tanto en lo cuantitativo. ¿Pero qué pasa? ¿Qué esperan los padres y los niños? ¡La nota! Hay que prescindir de una calificación para pasar a ese juicio que es muy interesante y que no es solo "trabajó bien", "buen alumno". Es un juicio que va a describir cómo es ese proceso, en Lengua superaste o no superaste, te adheriste bien al trabajo grupal, etcétera. Tenemos claro que es una ruptura y son procesos. Pero también tenemos claro que para el niño va a ser mucho mejor entender en qué nivel de desempeño está que tener una nota. El carné vigente requiere reformulaciones. Nuestra intención es poder trascender a la calificación tradicional y poder llegar a una evaluación más formativa.

¿Y cómo piensa cambiar esto? ¿Habrá reforma curricular? 

El marco que ya está elaborado piensa en enseñar por competencias, por dominios. Da cuenta de esta visión. Nosotros vamos a ir progresando en esto. Y la pandemia adelantó este proceso. Nos empuja más hacia el trabajo colaborativo también. Si ves el Grupo Asesor Científico Honorario, es un gran trabajo colaborativo. Cada uno tiene su perfil, cada uno tiene su visión, sin embargo, aportan para la toma de decisiones de forma colaborativa. 

Además la propuesta curricular de reforma que vamos hacer en el 2022 y 2023 en esta administración va hacia pensar en ciclos: 1°, 2° y 3°, un ciclo. 4°, 5° y 6°, otro ciclo. Pensando en la continuidad de los estudiantes, no tiene sentido fragmentar tanto. Para eso va a haber que flexibilizar las estructuras, y va a haber que flexibilizar nuestro modo de operar también. Mi maestra, tu maestra, mis niños. Por suerte este escenario de pandemia ha permitido un trabajo más colaborativo y al docente uno lo percibe más como el docente del centro y no de la clase. Eso es necesario. Estamos en otra etapa de la pedagogía, de la educación, de la didáctica. Quedaríamos desfasados con los avances científicos si mantuviéramos esa fragmentación por grado. 

Estamos pensando en comenzar con alguna propuesta piloto, lento, sin apuro, con determinadas condiciones de trabajo. Tenemos que salir un poco de lo que estamos tan acostumbrados para pasar a un formato más articulador. 

¿Cuánto cree que se puede avanzar en este idea?

El docente único, dueño del saber, ya está desterrado hace mucho tiempo. Lo que todavía no son tan visibles son las prácticas colaborativas. Pero esta pandemia ha servido para visibilizar y legitimar. A veces no se pueden apurar los procesos. Este empuje que venimos teniendo va a generar una apertura también para que otros modelos, otros formatos, puedan empezar a instituirse.  

Fuente : EL Observador