La fecha de regreso a las aulas depende de una respuesta afirmativa del MSP

Las autoridades educativas tienen la intención de que el lunes 7 de junio, con la incorporación de los estudiantes de bachillerato, toda la educación obligatoria esté habilitada para el retorno a las aulas. Pero ese horizonte depende -más allá de la marcha epidemiológica- de una respuesta afirmativa del Ministerio de Salud Pública (MSP) a tres preguntas: ¿la semana próxima pueden empezar las escuelas y centros de educación especial (esas que atienden a alumnos con algún tipo de discapacidad)? ¿Es viable que junto al segundo ciclo de Primaria regresen los séptimos, octavos y novenos años de educación rural? Y, ¿son factibles las clases presenciales en la educación media a partir del lunes 31 de mayo?

Esas tres consultas son las que envió el Codicen a las autoridades sanitarias para luego, en caso de una respuesta afirmativa, anunciar las fechas de retorno a las aulas. Entre los inspectores de Primaria, los tomadores de la decisión política y los pediatras hay un consenso: la prioridad es que se habiliten las escuelas especiales cuanto antes.

Según fuentes del Codicen, la propuesta es que el próximo martes reabran las escuelas de sordos y la escuela N° 204 (la única en el país que atiende exclusivamente a alumnos con severas dificultades de adaptación escolar y social). Se trata de poca población, pero con problemas comunicativos para los que la presencialidad es muy importante, y que, salvo excepciones, no tiene comorbilidades específicas que puedan implicar mayor riesgo ante el COVID-19.

Primaria necesita al menos 48 horas hábiles para organizar la reapertura de las escuelas. Como el lunes es feriado y hasta la noche de ayer seguía sin haber respuesta del MSP, todo hace pensar que el martes será imposible el retorno y que quedará aplazado hasta al menos el miércoles.

El lunes de la semana siguiente -siempre que esté el aval sanitario- se sumarían las escuelas y centros que nuclean a estudiantes con discapacidades visuales e intelectuales. Y siete días después lo harían aquellos con dificultades motrices.

Como todavía no fue habilitado el retorno del segundo ciclo escolar, en las escuelas especiales volverán también hasta el grado equivalente a tercero de escuela común.

Hace un año, cuando se anunciaba el retorno también gradual a las aulas, las escuelas especiales habían sido priorizadas y fueron de las primeras en dar inicio (el primer día de junio) tras la vuelta de la educación rural.

En comparación con otros tipos de escuelas, la educación especial atiende a una población reducida (de hecho, mantiene una baja de la matrícula que pasó de 6.910 alumnos, en 2012, a 5.639 el año pasado). Pero muchos de esos estudiantes requieren de la asistencia de un adulto o necesitan una logística que a veces implica un incremento de la movilidad.

En 2020, según consta en el Monitor Educativo de Primaria, los alumnos de educación especial fueron los que menos clases presenciales tuvieron en el año: en promedio asistieron 54,7 días, cuando la educación rural lo hizo 92,4; y de quienes estaban habilitados a concurrir, cada día dijeron presente un promedio de 62,1%, cuando en las escuelas comunes superó el 75%.

Patrizia Spagnulo, maestra especializada y directora de un colegio de educación especial de Montevideo reconoció en una nota con El País que las referencias que se tienen “de recaídas en desajustes conductuales, depresión, angustia, aislamiento, nuevas obsesiones y desinterés (en la población que asiste a este tipo de escuelas), son preocupantes”.

El resto del sector educativo.

Si el MSP habilita el retorno de los liceos y UTU a partir del 31 de mayo, el plan del Codicen es que una semana antes, el lunes 24, den inicio los cursos presenciales en los alumnos de primero a tercero de Primaria de Montevideo y Canelones que no hayan retornado el 18 de mayo. Ese mismo lunes 24 iniciaría el segundo ciclo de Primaria completo en el interior, y en las escuelas de contexto crítico del área metropolitana.

La intención de las autoridades educativas, en sintonía con la sugerencia de los científicos que asesoran a Presidencia (el GACH), es que los estudiantes del primer año de educación media retornen junto al segundo ciclo de Primaria. Entonces el resto del ciclo básico de UTU y liceos se incorporaría el 31 de mayo, y el bachillerato el 7 de junio.

Si la sanidad no da el “ok” para la vuelta de educación media, la semana del lunes 24 no habría ningún reinicio -a excepción de los rurales de séptimo a noveno, siempre y cuando esté el aval- se tomaría como un período ventana para evaluación. En este caso, los retornos que faltarían en Primaria se concretarían el 31 de mayo.

En toda esta vuelta a las clases presenciales, la ANEP estableció un cambio en el protocolo: en los mayores de seis años y menores de ocho, el uso del tapaboca está recomendado, pero no es obligatorio (en Educación Física directamente se desaconseja el uso). Eso se fundamenta en que los más pequeños tienen menos chances de contagiarse. En ese sentido, las autoridades educativas entienden que en los niveles escolares no debería haber demasiados problemas en la habilitación de las nuevas etapas de retorno a las aulas, aunque siempre se requiere el “ok” final del MSP.

Las vacaciones de invierno todavía no se han fijado. La intención del Codicen sigue siendo que haya dos semanas de receso a partir del lunes 5 de julio. Pero esa decisión está atada al calendario de retorno a las aulas, a la evolución del COVID-19 y de la gripe estacional.

FUENTE EL PAIS