La fascinación de la cultura rusa por los dragones es conocida por todo el mundo. Incluso el símbolo de Moscú desde la época medieval ha sido San Jorge clavándole una lanza a un dragón, representando de este modo el defensor del pueblo contra las amenazas invasoras externas.

Por eso mismo, no es de extrañar que todo el país esté plagado de esculturas de este animal fantástico y mitológico. Sin embargo, una de estas esculturas sobresale por encima de las demás: Zmei Gorynich, un dragón de 15 metros de altura que está situado a las afueras del pueblo de Kamenka, Rusia. 

La aterradora escultura forma parte del parque temático Kudykina Gora y se ha convertido en uno de los máximos atractivos del parque por una particularidad única que la diferencia de todas las demás: la inmensa escultura escupe fuego por sus tres bocas, haciendo que parezca totalmente real. 

Sin embargo, principalmente por cuestiones de seguridad, la escultura no está permanentemente lanzando fuego todo el día. El "espectáculo" empieza a las 19 horas de la tarde todos los fines de semana y los días festivos. 

La famosa escultura es obra del artista ucraniano Vladimir Kolesnikov que empezó a trabajar en ella en 2015. Ahora, podemos ver los sorprendentes resultados de esta figura hecha a base de hormigón y hierro gracias a las imágenes virales que corren por todo el mundo. 

El dragón de las tres cabezas está perfectamente conseguido gracias a los detalles extremadamente cuidados y cada gesto de su cuerpo que consiguen hacer realidad uno de los villanos emblemáticos de los cuentos populares rusos.

La escultura de tres cabezas se ha convertido en un fenómeno viral en todo el mundo que acumula millones de visualizaciones en las redes sociales y recibe constantemente miles de turistas que no se quieren perder la magia de este ser mitológico escupe fuego.

Fuente : La Vangurda