El caso de Hugo Pereira, el recluso que el mes pasado se fugó del penal de Santiago Vázquez y fue recapturado en un bar de la avenida de 18 de Julio, sigue dando que hablar.

El caso ocupó el centro de la atención mediática y sus aristas y diferentes versiones generaron suspicacias.

Las primeras dudas surgieron acerca de cómo logró salir del presidio. La versión inicial refería que había saldo disfrazado de agente y “caminando por el portón”, algo que podría sugerir complicidades en el dispositivo de seguridad. Posteriormente se manejó una versión que pintaba la fuga de un modo más cinematográfico, y que presentaba a Pereira fugándose a través de un punto vulnerable en las alambradas y favorecido por una noche de niebla.

También su posterior captura, en un conocido restaurante situado en 18 de Julio y Gaboto, resultó llamativa. En los días siguientes a esta aprehensión, el abogado de Pereira hizo declaraciones en televisión y contó algunos pormenores por demás llamativos. El representante dijo que su patrocinado se había escapado por “razones de salud” y que durante su corto periodo de libertad había viajado a Maldonado en un ómnibus de línea.

Mientras todos estos pormenores continúan bajo escrutinio, Morales permanece en prisión y sometido a sanciones por su fuga.Esta mañana, el periodista Gabriel Pereyra dijo a través de Twitter que salió a la luz una carta manuscrita del reo. En el texto, Pereira denuncia omisión de asistencia dentro del presidio y asegura haber sido testigo de tres fallecimientos de reclusos, quienes murieron sin recibir la atención médica que necesitaban.

“Un señor de unos 60 y tantos años que padecía una enfermedad cónica se descompuso, lo llevaron a la enfermería de la cárcel y lo mandaron nuevamente a su celda. A la madrugada falleció”, cuenta Morales en su misiva.

Además, denuncia que su esposa está amenazada de muerte.

En Twitter, Pereira adelanta que el miércoles abordará el tema en sus espacios en radio y TV, y plantea la pertinencia de que las autoridades investiguen las tres muertes que el preso relata.